miércoles, 1 de febrero de 2012

LA SANIDAD

Volvamos años atrás. En 1977 se abrían las puertas del Hospital de Almansa (hoy centro médico). Una fría mañana de Diciembre, en la puerta del paritorio una familia esperaba impaciente el nacimiento de un niño. Hoy, uno de esos pocos de su generación nacidos en Almansa, un humilde servidor, escribe unas líneas acerca de la preocupación ciudadana por nuestro hospital.

El pasado lunes se pudo ver un intenso debate en el salón de plenos, protagonizado por ciudadanos en su legítimo derecho en defensa del hospital. También tenía pensado intervenir, pero dado que dispongo de otros medios, preferí cederles ese tiempo y el micrófono a ellos. Al fin y al cabo, todos defendemos lo mismo. La formación política de la que soy portavoz en nuestra ciudad ha defendido desde su nacimiento los tres pilares básicos e INTOCABLES de la sociedad entre los que se encuentra la sanidad. Algo tan importante como nuestras vidas no se pueden usar de forma sectaria por un partido o por otro para atacarse. Sirva este artículo para expresar mi apoyo y el de todos mis compañeros a la plataforma formada para la defensa del hospital.

Es normal esta desazón entre la ciudadanía. ¿Hasta dónde va a llegar la privatización? ¿Solamente los directivos?¿Los médicos y especialistas?¿Enfermeras y auxiliares, celadores? La primera pregunta se la han hecho a nuestro alcalde en repetidas ocasiones, obteniendo siempre la misma respuesta: el paciente no va a notar nada, la atención seguirá siendo de calidad, etc. etc. Yo me pregunto, como muchos otros ¿si todo va a ser igual, por qué se privatiza? La mejor gestión se podría hacer por las personas que actualmente la realizan, decir que una empresa privada lo hará mejor es “hacerles un gran feo” en palabras llanas, tanto como decir que cuando vas al hospital están leyendo el “Hola”. ¿Quiere decir esto que no saben gestionar? Sinceramente, mi opinión es contraria.

Lo peor se podría resumir en una frase pronunciada por un ciudadano en el pleno: “el pescado ya está vendido”. Mucho me temo que toda reivindicación será inútil, la decisión parece estar tomada. Nunca más que hoy espero estar equivocado. Han pesado más los intereses políticos y económicos que la opinión del pueblo. Ojala no nos veamos abocados a un sistema sanitario casi privado, en el que tengamos que entrar en una sala de urgencias pistola en mano para reclamar estar en la lista de espera para un transplante. Gran película protagonizada por Denzel Washington, “John Q”: quédate solamente en la pantalla.

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