Sin
entrar en muchos detalles, puesto que las cifras oficiales no lo hacen, vamos a
hacer una pequeña valoración de la pasada feria local.
Para
empezar, se ha cifrado la participación ciudadana en unas 17.000 personas. Si
eliminamos dos actos (encierro con 4.000 y trancadis con 2.000) nos quedan
solamente 11.000 personas en 7 días de actividades, visto desde otro prisma que
no el tan optimista de los organizadores, se puede observar que aproximadamente
la mitad de los ciudadanos han participado en alguna actividad. Cifra
alarmantemente baja, teniendo en cuenta (esperamos) que hayamos tenido visitas
foráneas. Ese punto de visitante se ha podido observar bastante escaso con
referencia a otros años, solamente había que acercarse al pequeño espacio
habilitado para aparcamiento, rara vez lleno de vehículos no almanseños. Está
claro que nuestra feria necesita hacerse más atractiva, tanto a nivel interno
como externo, atrayendo a más gente, con nuevas propuestas y no las ya usadas
durante muchos años.
Sobre
el punto de vista comercial, al ponernos en contacto con algunos comerciantes,
se ha notado una nueva bajada en las ventas, achacable a la crisis. Poco se
puede hacer en este aspecto, salvo atraer a más visitantes, talón de Aquiles de
nuestra feria.
Acerca
de las actividades culturales, las actuaciones ya traídas otros años han tenido
gran afluencia. Así el equipo de gobierno se asegura unas buenas cifras, pues
estas compañías y artistas tienen un público fiel. Pero podemos caer en el
tedio y el aburrimiento. No decimos que el encierro, Berto o Yllana no sean
atractivos, pero debemos renovar la oferta cultural para no ser repetitivos.
Otro
punto que nos preocupa bastante es el recinto ferial. Solamente tiene actividad
vespertina y nocturna. Una feria debe abarcar un horario mucho más amplio, y
para eso debemos llenar de contenido el recinto. Una buena idea sería trasladar
la actividad del Centro Joven a la Feria.
Nuestros niños están todo el año en el mismo recinto,
resultaría mucho más atractivo hacer las actividades en el recinto ferial, y
atraería a sus familiares, con lo que tendríamos ambiente de fiesta desde el
primer momento.
Por
último, querríamos resaltar un punto tratado por nosotros en repetidas
ocasiones. Una feria es algo más que fiesta, se debe centrar en el intercambio
comercial y cultural. Este año hemos visto una empresa local instalada en el
recinto ofreciendo sus productos. Es un grato ejemplo (y además han creado un
puesto de trabajo directo). Se debe trabajar para reservar un espacio a todos
estos empresarios locales que quieran mostrar sus productos. Y, al igual que se
invita a los alcaldes vecinos al desfile inaugural (punto en el que no estamos
de acuerdo) se debe invitar del mismo modo a asociaciones de estas localidades,
tanto empresariales como culturares, para hacer de Almansa nuevamente un
referente para toda la comarca, y serviría para “devolver” esta visita a las
ferias de estas ciudades, con el consiguiente beneficio para la economía
almanseña.
Lo
podemos resumir todo en 3 puntos básicos:
1.-
Debemos llenar de actividad el recinto ferial, como trasladando la del Centro
Joven, ofreciendo actuaciones para mayores (con gran éxito otros años) y
aprovechando otras actividades turísticas locales como las Fiestas de Mayo o la Conmemoración de la Batalla, instalando en el
recinto una carpa municipal abierta desde primera hora de la mañana.
2.-
Se debe estudiar ampliar el repertorio cultural. Este punto es complicado por
la subida de impuestos para estos espectáculos, pero no debemos caer en la
repetición. Los espectáculos gratuitos están bien, y se debe trabajar en buscar
variaciones.
3.-
Almansa y su Feria deben volver a ser un referente comercial de la comarca,
atrayendo a empresarios y asociaciones vecinas. Consiguiendo esta asistencia,
se ampliará el recinto ferial, hasta la calle Juan Carlos I, con lo que
tendremos más visitantes, más actividad comercial, más publicidad para la
ciudad y más repercusión en la economía local. Aquí deben tener protagonismo
las pequeñas, medianas y grandes empresas almanseñas, y para eso debemos
dotarles de un espacio priviliegiado.
Y
una última reflexión. Se ha hecho la que valoran como “una de las mejores
ferias” con un presupuesto de menos de 40.000 €. Nos preguntamos ¿Cuándo se
gastaban más de 100.000 € por qué se hacían ferias peores? ¿Quién fue el
responsable de ello? ¿Por qué se gastaba tanto dinero? Preguntas que nos
lamentamos, caerán en saco roto.