Me vienen muchas cosas a la cabeza acerca de las que escribir, pero para esta primera aportación escribiré acerca de nosotros, los políticos (metámonos todos en el saco y sálvese quien pueda). Un servidor y todos sus compañeros, hemos intentado ser distintos, no ser políticos al uso. La verdad, es bastante difícil. Cuando empiezas a tomar interés en esto, comienzas a ver cosas bastante “raras”. Quizás antes no te fijas, o no lo suficiente. Crees que todos son iguales, y en el fondo se parecen bastante. Sobre todo en campaña electoral, un recuerdo bastante fresco. Estamos acostumbrados a las grandes promesas, Almansa va a avanzar hacia limites insospechados… ¿hasta donde llegaremos los próximos 4 años? ¿Acaso ya se ha olvidado que, como se dijo hace unos meses, en la caja del Ayuntamiento no hay ni un céntimo? ¿Y la situación de nuestra comunidad, la 3ª mas endeudada de España, parece que es peor? Durante unas semanas esto se ha dejado de lado, hemos vivido un cuento de hadas. Ahora toca esperar que parte de esas increíbles promesas se hará realidad, y a que coste. Yo tengo guardados los programas electorales, y espero no ser el único almanseño o almanseña que lo haya hecho. Tocará valorar en la próxima campaña. No quiero que se tome esto como una falta de respeto, solamente una opinión mas (tan valida como cualquiera), de un almanseño “políticamente culto”, como cualquiera que puso su voto en la urna, ya fuera al partido de un servidor o a cualquier otro, en esto discrepo también de un compañero político. Creo que todo ciudadano/a que acude a las urnas es culto, y va con una idea bien clara de lo que quiere o necesita.
Ahora toca la segunda parte de la campaña, hasta la investidura del nuevo alcalde. En este punto parece que también todo vale. Unos acusan a otros de descalificarlos y de mentir, los otros a los unos de lo mismo. Volvemos a los parecidos. Se dirán y ya se han dicho muchas cosas, en campaña y esta semana. Benditas hemerotecas, algunos de estos discursos merecen ser guardados y volver a sacarlos a la luz. Otro trabajo más. Me esperan 4 años muy duros, pero ganas de trabajar no faltan, e ilusión tampoco.
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